Pueblos e idiomas de BoliviaPueblos e idiomas de Bolivia


Pueblos e idiomas de Bolivia

 Como ya se ha mencionado, Bolivia se caracteriza por su diversidad, de región a región, pero también de pueblo a pueblo. 

 El país está reconocido oficialmente como plurinacional por la Constitución de 2009: hay muchas minorías étnicas, 27 según el Presidente Morales (aymara, quechua, moxo, guaraní, chiquito, pano, chipaya, arauco, chapacura...). 

Su existencia plantea a menudo un problema para los dirigentes: son frecuentes las demandas de un trato diferenciado, un derecho de autogestión, el reconocimiento de un sistema judicial paralelo, y esto llega incluso hasta las revueltas separatistas que a menudo agitan la escena política nacional. Una mirada retrospectiva a la delicada situación de un país desgarrado por la fuerza centrífuga de su increíble diversidad. 

La construcción social que permite tomar conciencia de una identidad étnica, y luego reivindicar una especificidad cultural, y por lo tanto política, comenzó en los decenios de 1970 y 1980. Emergiendo del resentimiento étnico, social, económico, político e histórico por la dominación de la élite colonial blanca y europea, los pueblos indígenas comenzaron a organizarse para exigir el reconocimiento y la revalorización de su cultura. Basan sus demandas en la reapropiación de su historia y de los pueblos de los que son herederos, a pesar de la decadencia demográfica, social y moral que representó la colonización. 

El pueblo aymara es uno de los más organizados y vengativos del continente. Se teme a los sindicatos y a los representantes de las comunidades aymaras rurales por su intransigencia y su capacidad para movilizar a las masas en caso de conflicto (cabe recordar que El Alto está poblado principalmente por migrantes aymaras rurales, que por lo tanto se encuentran a un tiro de piedra de las instituciones políticas del país). 

En el Amazonas, el aislamiento en cuanto a comunicación y transporte de varios pueblos ha permitido preservar su identidad cultural y su propia organización social. Aún más que los pueblos andinos, las especificidades sociales y culturales de los diferentes grupos humanos que habitan en el Amazonas permanecen relativamente intactas.  Uno de los grandes peligros a los que se enfrentan estos pueblos son los proyectos de extracción de hidrocarburos o, como recientemente, los proyectos de construcción de carreteras de gran tráfico, por ejemplo entre Brasil y Santa Cruz. Este proyecto habría destruido toda una parte de los territorios indígenas; pero las fuertes manifestaciones, la verdadera solidaridad nacional entre los pueblos indígenas (los aymaras se manifestaron en solidaridad con los pueblos amazónicos), así como los llamamientos a los aliados internacionales, etc., han logrado poner fin a este proyecto. Esto demuestra la fuerza de la organización de los pueblos indígenas en Bolivia en particular.

La llegada al poder de Evo Morales fue extremadamente fuerte a nivel simbólico. El cocalero, procedente de la cultura y tradición andinas, ha llegado a la cima de un estado heredado de la colonia; es un verdadero reconocimiento para todas las personas que practican el ritual de la ofrenda a la Pachamama, que mastican la hoja de coca, y reconocen el poder de los Apus tanto como el de la Virgen María. El desprecio intrínseco por la dominación de la élite colonial en todas las esferas (económica, social y política) está disminuyendo y se está rehabilitando el patrimonio prehispánico. 

Morales también reconoce el carácter plurinacional del Estado boliviano, los diferentes pueblos y sus culturas como una riqueza de Bolivia, poniendo el dedo en un aspecto que la élite blanca prefirió olvidar, bañándose en la ilusión de ser ella misma un país europeo.  

A pesar de todo, la supuesta igualdad entre bolivianos de diferentes orígenes étnicos sigue siendo una declaración de buenas intenciones, real sólo sobre el papel, debido a la discriminación, el racismo y la distribución muy desigual de la riqueza que sigue existiendo en Bolivia.

Este sitio utiliza cookies.Está anotado, gracias.