Estas expresiones, que se mencionan a menudo sin conocer necesariamente su origen, provienen del período de esplendor y opulencia que vivió la ciudad de Potosí.
De hecho, dicen: "¡Vale la pena un Potosí! "para definir una maniobra particularmente lucrativa, o una cosa de valor incalculable, como la explotación española de las minas de Potosí, donde se encuentran depósitos inagotables de plata y mineral. Fue Miguel de Cervantes quien pronunció la ahora famosa frase de la boca de su héroe Don Quijote.
Estas expresiones se siguen utilizando hoy en día y reflejan un tiempo que ya ha pasado.