La hoja de cocaLa hoja de coca


La hoja de coca

La hoja de coca, a veces venerada, a veces combatida, siempre ha ocupado un lugar destacado en las diferentes civilizaciones que han poblado la actual Bolivia.

De hecho, es una planta sagrada de los Andes que se usaba originalmente (y se sigue usando) en muchos rituales, como la ofrenda a la Pachamama, etc.

Pero durante la colonización española, el clero cristiano lo condenó como una "hoja del diablo", uno de los muchos dispositivos destinados a desarraigar la cultura y las creencias locales con el fin de imponer el cristianismo a estos pueblos paganos. Por otra parte, los colonos pronto se dieron cuenta de la oportunidad económica que representaba el increíble consumo de esta planta; un impuesto sobre la hoja de coca pronto llenó las arcas de la realeza española.

 A partir del decenio de 1960, el narcotráfico comenzó a extenderse gradualmente en el continente sudamericano, y el cultivo de la hoja de coca empezó a convertirse en el negocio de los campesinos pobres que trataban de ganar un poco más cultivando la coca en lugar de productos agrícolas a precios bajos. En el decenio de 1990, Bolivia fue objeto de escrutinio por parte de los Estados Unidos debido a su producción de hoja de coca; la intervención directa o indirecta (como el programa de desarrollo alternativo, que apoya la producción agrícola para evitar la desviación de la mano de obra hacia el cultivo de la coca; este programa fue un gran fracaso debido a la corrupción y al peso económico que el narcotráfico representa en realidad en Bolivia). 

 Como consecuencia de esta serie de malas imágenes acumuladas a lo largo del tiempo, una marcha de protesta de cocaleros en 1994 y la llegada al poder de Evo Morales trataron de cambiar la situación; este último, en una conferencia en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York masticando hojas de coca, dio una fuerte señal para la revalorización de esta hoja que está en el corazón mismo de la cultura andina, y por lo tanto la revalorización del propio cultivo.

Las propiedades virtuosas de esta hoja son innumerables. Radical contra los dolores de cabeza y otros síntomas del mal de altura, contra la fatiga del trabajo físico con poco oxígeno disponible, supresor del apetito (dos de las principales razones por las que los campesinos andinos mastican esta preciosa hoja a lo largo del día), ayuda a la digestión, analgésico... Se puede masticar suavemente para extraer el jugo, y añadir un poco de llijta dulce para pasar su sabor amargo, o tomarse como una infusión.

 Pero cuidado, a pesar de todo, la hoja de coca sigue siendo considerada internacionalmente como una droga; no intentes llevarla a casa, podrías pasar un mal rato en el aeropuerto. 

Este sitio utiliza cookies.Está anotado, gracias.