La educación en BoliviaLa educación en Bolivia


La educación en Bolivia

Al igual que en el ámbito de la salud, los problemas educativos deben ponerse en perspectiva según la zona, ya sea rural o urbana.

El analfabetismo nacional supera el 13%, uno de los promedios más altos de América Latina, y esta cifra alcanza el 25% en las zonas rurales. En el campo, la duración media de los estudios es de 4,2 años, en comparación con 9,4 años en las ciudades.  Estas dificultades se deben a menudo al hecho de que las familias campesinas necesitan el trabajo de los niños para vivir, enviándolos a pastar los animales mientras los padres trabajan en la ciudad o en casa, ayudando en las cosechas, etc., lo que provoca un índice bastante considerable de absentismo en la escuela.

La otra dificultad a la que se enfrentan estas familias es la barrera del idioma y la cultura: los maestros de las zonas rurales a menudo no hablan el idioma de los niños a los que enseñan, lo que dificulta el aprendizaje del español antes de entrar en la educación básica; y los malentendidos culturales limitan gravemente las posibilidades de acceder a las instituciones de enseñanza secundaria o superior. Además, el nivel de formación de los maestros suele ser muy inadecuado, ya que los maestros buenos o mayores suelen haber ganado el derecho a permanecer en la ciudad. 

Las chicas son, en la mayoría de los casos, las más desfavorecidas. Si una familia no tiene medios suficientes para enviar a todos sus hijos a la escuela, se da prioridad a la educación de los hijos antes que la de las hijas. El analfabetismo de las mujeres es, en promedio nacional, del 18,4% (el promedio nacional es del 13%...).

En general, la mayoría de los niños terminan la escuela primaria, pero rara vez la secundaria; y las muchachas jóvenes se encuentran regularmente en la situación incapacitante de quedar embarazadas a una edad muy temprana debido a una verdadera falta de educación y de acceso a la salud sexual. Con un niño de 17 años, pocos están en condiciones de completar la escuela secundaria. Ha habido intentos regulares de cambiar el sistema educativo en los últimos diez años. La llegada de Evo Morales a la presidencia ha marcado nuevas prioridades en estos intentos de reforma: descentralizar el control de las instituciones educativas para que las regiones tengan un margen de maniobra en cuanto al fondo y la forma de la educación; introducir la educación bilingüe e intercultural (dando prioridad a los maestros de los pueblos indígenas); mejorar la formación de los maestros, etc.

Pero la inestabilidad política, las protestas sociales y, sobre todo, la resistencia del sindicato de maestros hacen que esta reforma sea larga y laboriosa, incluso incoherente, sobre todo porque el presupuesto estatal para la educación, actualmente del 10%, tendría que ser incrementado sustancialmente para poder ponerla en práctica; sin embargo, parece que todavía falta algo de voluntad política para lograr estos objetivos.

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