Historia de Bolivia: La conquista españolaHistoria de Bolivia: La conquista española


Historia de Bolivia: La conquista española

En 1534, Fransisco Pizarro llegó a Cusco.

Asustado por los rumores y presagios que circulaban, Atahualpa hizo asesinar al legítimo emperador, debilitando psicológicamente la autoridad y la jerarquía del Imperio Inca.

Con sus 137 hombres, Pizarro tomó el control del imperio, hizo que Atahualpa fuera encarcelado y ejecutado, y se apoderó de las tierras y riquezas incas. Sigue un período de masacres y esclavitud masiva de la población local. Ocho millones de personas murieron de frío, hambre, enfermedades traídas de Europa (viruela, tifus, etc.) y de trabajos forzados, especialmente en las minas de Potosí. En efecto, en 1544, Diego Huallpa descubrió una veta de plata en la región; este descubrimiento pronto provocó una fiebre de oro (o más bien de plata), y Potosí se convirtió rápidamente en la ciudad más grande del continente.

Durante casi dos siglos, la explotación de las minas de plata fue ininterrumpida; las riquezas extraídas iban camino del viejo continente, manteniendo los esfuerzos bélicos de España con otros países europeos y la extravagante vida de lujo de la monarquía española.

Mientras tanto, miles de esclavos africanos o indios morían en las minas, por accidentes o fatiga, en el proceso de purificación de la plata con mercurio, etc. Los colonos españoles se apropiaron de toda la tierra, utilizando a la población local para trabajarla y dejándoles sólo el mínimo necesario para asegurar su supervivencia. 

Paralelamente a la explotación militar y colonial, la llegada de los misioneros cristianos completó la decapitación del orden y la cultura inca. La tiranía de los párrocos se apodera de la vida de los indios, que están obligados a asistir a la misa, no pueden celebrar nada sin el permiso del párroco, y se les vigila constantemente para mantener la buena moral, el orden y la moralidad; entonces comienza un intenso lavado de cerebro de una población ya agotada y asfixiada por la explotación de los colonos. La desorganización social va unida a la pérdida de identidad, creencias y coherencia de la visión del mundo. 

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