Un magnífico circuito que nos lleva desde los paisajes rocosos de los Andes hasta las densas selvas de los valles de los Yungas, un circuito alejado de las rutas turísticas, una vez utilizado por los antiguos Incas así como por los conquistadores como ruta comercial. El viaje termina en Chulumani, un pueblo que produce hoja de coca y cítricos.