Sin duda una de las regiones más bellas del país, aún desconocida para el turismo. La Cordillera de Apolobamba guarda los secretos de las antiguas civilizaciones: los kallawayas, los últimos descendientes del pueblo Tiwanaku que recorrieron los caminos de las montañas entre el Altiplano y los valles en busca de plantas medicinales. El paisaje rico en picos cubiertos de nieve, valles profundos y corrientes de agua cristalina recompensa nuestros esfuerzos.