La carretera de La Paz a Coroico se ha ganado este nombre digno de un western o una película de Tarantino por los escarpados precipicios que la bordean y su grado de peligrosidad: estrecha y sinuosa, las lluvias anuales hacen que la carretera sea a menudo peligrosa.
Sin embargo, este vertiginoso descenso permite apreciar el cambio gradual de la vegetación: de las altas cumbres andinas se pasa poco a poco a la vegetación de la selva alta, con en particular plantaciones de café y frutas exóticas. ¡Una verdadera zambullida en el corazón de los valles de los Yungas!
Pero afortunadamente para usted (y para nosotros), se ha despejado un nuevo camino para hacer más fluida la conexión con Coroico.